Césped y áreas verdes
Desde el primer momento en que nuestro cliente adquirió esta propiedad, tenía claro lo que quería: un jardín mediterráneo vibrante y lleno de color. Sin embargo, nos encontramos con un reto considerable. El terreno presentaba numerosos desniveles y varios muros de piedra antiguos que, por la falta de mantenimiento, se habían derrumbado.
Aquí es donde nuestro colaborador de confianza, Jesús Picapiedra, entró en acción. Su equipo realizó una restauración completa de los muros, devolviéndoles su esplendor original y asegurando la estructura de la finca. Con los muros reparados, comenzamos a rellenar las áreas que carecían de tierra, preparando el terreno para la creación del jardín que nuestro cliente tanto soñaba.
Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, trabajamos mano a mano con otra empresa de jardinería de la isla para poder entregar el proyecto a tiempo. Esta colaboración fue clave para cumplir con las expectativas del cliente y alcanzar el nivel de excelencia que nos caracteriza.
El diseño del jardín incluyó una variedad de áreas recreativas pensadas para el disfrute de toda la familia. Creamos una pista de petanca y una playa para jugar al voleibol, integrando también una zona de juegos infantiles en el mismo espacio. Además, sabiendo que al cliente le encanta jugar al fútbol con sus hijos, diseñamos un área cerca de la casa para que pudieran disfrutar de esos momentos familiares únicos.
Cerca de la vivienda, construimos un huerto ecológico, asegurando que la familia siempre tenga acceso a productos frescos y saludables, cultivados directamente en su propio jardín.
Para el acceso vehicular, utilizamos estabilizadores y gravilla de granometría 6/12, seleccionada específicamente por su calidad y durabilidad. Los caminos peatonales también fueron cubiertos con esta misma grava, manteniendo una coherencia estética y funcional en todo el espacio. Las jardineras fueron diseñadas con suaves curvas, invitando a quien pasea por el jardín a descubrir cada rincón, disfrutando de la naturaleza en su máxima expresión.
Por último, añadimos un toque único y personal: un circuito de mountain bike para los más aventureros, y, como broche final, una simpática lagartija hecha de Echeveria elegans que saluda a los visitantes cuando abandonan el jardín, dejando una sonrisa en el rostro de todos los que se despiden de este mágico espacio.
Césped y áreas verdes
Zonas de juego
Muros de piedra
Terrazas y espacio relajación
Iluminación exterior
Senderos y caminos
Pérgolas y estructuras